miércoles, 30 de abril de 2008

El cuerpo del hijo, y la voz poética de Rocío Soria.

Porfirio Mamani-Macedo
París, 26, abril, 2008

En el conjunto de estos poemas se representa la desintegración y construcción de una identidad espiritual y corporal de un Ser, que con mucha emoción recorre a través de la voz poética. Hay imágenes violentas, tiernas, desesperadas ; otras envueltas de silencios y esperanzas. Los silencios son los espacios que la autora introduce en el orden de los versos, los cuales aparecen como cortes que buscan la esencia de una acción o idea a concretizar. La esperanza es la búsqueda insistente, constante como lo sugiera la poetisa : « ha buscado en los cajones algunos mendrugos ». Aunque la búsqueda está presentada como una acción incierta, ella nos introduce al mismo tiempo a un mundo maravilloso donde podría encontrarse la felicidad. Para ello es necesario atravesar el camino de la duda y sobrepasar aquellas adversidades que surgen a lo largo de la vida, aquellos laberintos existenciales que encuentra ese Ser por donde se desplaza.

La soledad es un campo de batalla, donde se lucha consigo mismo, es en el libro de Rocío Soria, como una sombra que se enfrenta a otra sombra, siendo ambas la misma sombra, tal como aparece en el hermoso verso: “no sabe si él o el del espejo ha despertado primero”. El espejo es el rebote de la propia imagen que desesperadamente se enfrenta desde el otro lado, desde el lado interior que parece consumirlo en silencio, en ese lado donde la soledad es además, el dolor que le permite resistir en la búsqueda de sí mismo. A veces el Ser que aparece en los versos de Rocío, es alguien que es un Hombre y un Dios; es un Ser que vacila entre el mundo de la divinidad y el mundo terrestre. Sus denotados desvelos aparecen como lanzas en su experiencia de la vida, puesto que pesa una amenaza constante en cada uno de los movimientos que hace.

En esa travesía vital, la muerte es apenas una imagen que se confunde con las insistentes imágenes quebradas, desgarradas que ese Ser debe soportar. Hay un evidente sufrimiento epidérmico que flota en la contextualización de los poemas, es algo oculto, invisible; así lo dice la voz poética : “el dolor es un asunto que se lo resuelve en completa soledad”. ¿Acaso no es ésta la experiencia cotidiana del hombre? Unos lo llevan con mayor intensidad que otros; unos lo manifiestan, otros en el profundo silencio lo guardan como un tesoro extraño.

El camino para ese Ser es un descenso a la vida terrestre, a la vida concreta, casi a una vida infernal, es el paso doloroso del hombre/hijo por un túnel colmado de angustias, indiferencias y desprecios. Va como acosado por un destino que lo ha condenado a permanecer en aquella ciénega oscura que lo acerca y aleja de la muerte; y así, en su errancia busca el amor, busca la muerte. En ese contexto la imagen de la mujer, a veces aparece como la continuidad del camino difícil; entonces la mujer es otro mundo, otra experiencia que explora la voz poética y nos lleva por una senda descubriendo el campo espiritual del personaje femenino, cuya particularidad es la búsqueda de una libertad sea interna o externa, como lo refieren estos versos al expresar: “Este bocado de oxígeno es el primero”, “el aire pita en mi pecho”, “Quiero un bocado de aire”. Por esas sendas por las que avanza la mujer o el hombre hay algo común que los une, aquello lo de la unidad o la desintegración espiritual del ser, como lo sintetiza la poetisa Rocío Soria, en uno de lo más bellos versos de este libro: “No sé si voy caminando o voy desplomándome/ en una especie de rueda de fuego / no sé si sueño o empiezo a devenir”.

La poetisa Rocío Soria logra con mucha destreza abordar una variedad de temas, tal un desafío, en la poética Latinoamericana, y lo hace con una sensibilidad muy singular, propia. Es uno de los mayores logros que sobresalen en sus versos, los que indudablemente reflejan la emoción dolorosa y profunda del hombre. A nivel temático alcanza una dimensión universal al tocar temas como la soledad, el dolor, la búsqueda de sí mismo, el desafío para encontrar una puerta, una luz, un camino.

martes, 29 de abril de 2008

PRESENTACIÓN DEL CUERPO DEL HIJO

ALGUNOS DE LOS ASISTENTES AL EVENTO



EN EL ACTO DE PRESENTACIÓN DE "EL CUERPO DEL HIJO"

HUBO INTERMEDIO MUSICAL DE LOS MÚSICOS FOLCLORISTAS

CHILENOS Nelson Fernández y Ricardo Sasmay






El cuerpo del hijo

POEMA

Ya nadie quiere cuidar de esta mano
cuyos movimientos involuntarios han pretendido, dicen, ahorcarme.
La envuelvo
la cubro
le doy un beso en la cabecita
le arrullo
me amanezco meciéndola pero ella nunca duerme
está vigilante
pendiente
se sobresalta al menor ruido y me araña de desesperación el pecho.

Quiere llamar mi atención porque sabe que ya está cerca.
Le digo que sea cautelosa pero ella es muy impulsiva.
Es peor cuando la máquina de los latidos empieza a bombear toda la noche, sin descanso
y no termina de morirse ese pitido en mis ojos
o se vuelve a una sola hebra
y el hombre de blanco viene con su abulia masculla algún silencio que
he olvidado
dice algo que no entiendo.
Se acerca
se la lleva
le muele a sondas el cuello.

Él no entiende
que ella solo pretendía advertirme.
Se la lleva.
Estoy sola.
Miro por el estrecho agujero del parapeto común.

El hombre de la pieza seis se ha levantado
y camina descalzo hacia el fondo
agitando la pierna como si quisiera lanzarla.

El hombre de las flores amarillas
se golpea la cabeza contra la pared
repitiendo la misma frase.

El martes arañaba con la cuchara el plato vacío
en un ritual interminable de invocación.

Ya nadie quiere atar estos cordones blancos que me crecen cuando llueve,
nadie quiere cuidar de esta mano
cuyos movimientos involuntarios han pretendido,
dicen, ahorcarme.


La envuelvo

la cubro.

Espero.

lunes, 28 de abril de 2008

LIBRO “EL CUERPO DEL HIJO” SE PRESENTARÁ LUNES 28 DE ABRIL

BOLETÍN DE PRENSA
Quito DM, 22 de abril de 2008

LIBRO “EL CUERPO DEL HIJO” SE PRESENTARÁ LUNES 28 DE ABRIL

El lunes 28 de abril, a las 19h00, en el Centro Cultural Benjamín Carrión, ubicado en la calle Jorge Washington 909 y Páez de la ciudad de Quito, se presentará el libro de poesía “El Cuerpo del Hijo” de la poeta quiteña Rocío Soria R., editado por Rueca Editores.
Presentarán el libro el escritor Carlos Vallejo Moncayo, Premio Aurelio Espinoza Pólit 2007, y el Sr. José Miguel Román.

La autora

Rocío Soria nació en Quito en 1979, obtuvo el Premio Internacional de Poesía Fanny León Cordero organizado por la Asociación Ecuatoriana de Escritoras Contemporáneas, 2005; el Primer Premio en el Concurso Interuniversitario de Relato Corto organizado por la Universidad San Francisco de Quito, 2005; el Primer Premio Concurso del Libro y de la Rosa organizado por la UNESCO y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 2006; ha publicado el poemario "Huella Conceptual", con el que obtuvo el Segundo Premio en el Concurso de Poesía organizado por el Departamento de Cultura de la Universidad Central del Ecuador, 2003; y, Medalla de Bronce en el género cuento en el Concurso de Poesía, Cuento y Ensayo organizado por la Facultad de Filosofía, Escuela de Lenguaje y Literatura de la Universidad Central del Ecuador, 2006.

La obra

La obra tiene cuatro capítulos que se entrelazan entre sí por medio de sus personajes que pretenden dialogar entre sí mientras el estertor los aniquila, la obra concluye con un Epílogo.
Los poemas giran alrededor del dolor y la imposibilidad de lograr un acercamiento al dolor del otro y la constatación de que a pesar de estar juntos, estamos solos. En la presentación de la obra poética habrá un intermedio a cargo de los músicos Nelson Fernández y Ricardo Sasmay. Se ofrecerá un vino de honor.