De ternuras como las suyas
debió estar conformado el
mundo afuera de esa ventana
me subo a la aventura de los
abuelos
busco un buen puesto en el
autobús
uno desde el que pueda
divisar bien
allí vivieron los abuelos
en donde aún hay brozas y residuos
de las columnas que formaron sus casas
el fogón
la raspadura con queso
el barullo de sus risas
infantiles cuando iban de Aloág a Uyumbicho repitiendo la lección
y tarde a buscar mortiño en
Aychapicho
riendo en la ventana del
tren de la eternidad
como si ese viaje escondiera
una puerta incógnita
De ternuras como las nuestras
debe estar conformado el
mundo afuera de esta ventana
los abuelos también un día se
subieron a la aventura buscando un buen puesto en el autobús
uno desde el que pudieran
divisar
reír
atisbar
en su mundo había residuos incipientes
de lo que seríamos nosotros
el barullo de nuestras risas inventando ciudades
riendo en la ventana
dibujando en la arena
como si en este viaje también
se escondiera una puerta incógnita
luego bailando por la ciudad
vacía
como si la música fuera la
aventura y podríamos volver a reconstruirnos bailando
qué más ternura puede
existir en tus palabras esta noche
alquilemos una habitación
compremos cerveza
bailemos poniendo música del
celular
porque ahora el mundo es
perpendicular a toda suerte
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